¿Será posible que desde la Ceca se produzcan variedades con premeditada intención?
Con el reciente despertar de
gente que gusta de coleccionar monedas, a partir del decreto presidencial que
ordenaba a la Casa de Moneda que se acuñaran piezas de cinco pesos, que en el
reverso trajeran el busto de algún personaje de la Independencia o Revolución, llegaron también las variedades que tanto gustan a
algunos expertos, ¿cómo podían faltar no?, si es eso precisamente lo que muchos coleccionistas toman como una de sus principales formas de coleccionar, además de ser una de las principales formas de comenzar en la numismática.
Sin duda la variedad más
evidente en este tipo de monedas es la de Francisco Primo de Verdad y Ramos, quien fuera sindico en el Ayuntamiento de la Ciudad de México e impulsor de ideas independentistas.
¿En qué consiste la variedad?
Entre las inscripciones: “BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA” y “MEXICO 2010”, no
aparece el par de puntos que acompañan al resto de los diseños de esta serie, por supuesto no es la única variedad existente en este tipo de monedas pues
se conocen también variedades menores en los anversos (escudos) y otros que algunos
califican como “puntitos”, “lenguas”, “granos”, etc., aunque estas últimos
corresponden más bien a circunstancias técnicas ocurridas durante el proceso de acuñación y transporte.
Ajeno a las serie del Centenario y Bicentenario, se descubrió una variedad en monedas
de diez pesos fechadas con el año 2007 la cual por sí misma es controvertida. En la gráfila del reverso la orientación es contraria al resto de las monedas de 10 pesos, su nombre correcto es gráfila invertida y aún se desconoce el número aproximado de piezas acuñadas, lo que si se sabe es que no es tan fácil de conseguir.
Sin duda creo que la cosa no
va a parar ahí, solo basta armarse con una buena lupa y bastante paciencia
para lograr identificar alguna otra variedad que quizá haya salido
intencionalmente, o no, a circulación y que ande todavía por ahí sin haber sido
descubierta.
Por su puesto que el primer
argumento en contra de la presente suposición sería aquella del riguroso y
estricto control de calidad y las normas
para eficientar los procesos de calidad en productos que buscan un mejor
standard, pues ya ni se sabe.
Lo cierto del asunto es que al haber variedades interesantes y coleccionables en piezas del actual
cono monetario, sin duda sirve para fortalecer el gusto y el encanto en el nuevo aficionado numismático.
¿Será que desde
la Casa de Moneda se acuñó algún plan para darnos variedades y fomentar el coleccionísmo?
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