martes, 22 de julio de 2014

La promesa de Morelos

En mi opinión, la historia que dio vida a la moneda del SUD es profundamente poética, ya que su decreto contenía una promesa central que versaba que las piezas acuñadas en metal vil, serían canjeadas por sus denominaciones equivalentes en plata.

Esto no se cumplió. 

Lo que si se logró, fue hermanar al incipiente pueblo mexicano con la causa de los insurgentes por cerca de tres años.



Al General José María Morelos y Pavón se le conoce con los calificativos de "Generalísimo", "hombre sabio", "estratega militar", etc.,  y hay quien le nombró "héroe numismático" ya que su decreto de amonedación obedecía a la causa de "providenciar al pueblo de lo que le hacia falta para subsistir"incluso, ordenaba que sus monedas debían anteponerse a los tlacos y pilones que circulaban de manera profusa en ese momento y que se constituían como una verdadera calamidad para el pueblo desposeído; por ese hecho se constituyeron en sí como la primera moneda fiduciaria de México.

Este tipo de piezas fueron acuñadas de forma muy rudimentaria en haciendas, rancherías, casas particulares, en los montes y campos; motivo por el cual también hay quien les conoce como "monedas trashumeantes"

A la amonedación SUD de Morelos se le considera como el verdadero cimiento de la numismática mexicana debido a que fueron las primeras monedas de circulación "oficial" en un amplio territorio de la nación, además de la omisión INTENCIONAL de los elementos y leyendas latinas de la moneda "legal" de la época.

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Al acuñar la nueva moneda con elementos distintos a la moneda oficial, reemplazando los diseños oficiales como el busto del monarca y el escudo de España, por diseños característicos de la planta de uva (VID); Morelos desafió abiertamente a las autoridades coloniales ya que estaba terminantemente prohibido a los naturales de la nueva España cultivar y comerciar sus frutos, y solo se les permitía a los españoles puros explotar el negocio de la Vid y mercar con ellos; ¡vaya!, incluso estaba prohibido que la gente poseyera estas plantas en sus huertas, aunque no fueran a comerciar con ellas.



Aunque hay muchas parecidas, no hay dos SUDs que sean enteramente iguales, por la forma en que fueron fabricadas, esto enriquece grandemente el coleccionísmo de este tipo de monedas.

Cuando se quieren hacer las cosas se hacen y ya, no importa cómo o contra quien, mucho menos lo que se tenga a la mano...; esto es lo que les da "sabor" a las monedas acuñadas en épocas de movimientos revolucionarios, también conocidas como monedas de necesidad, sabor que a sus aficionados les hace desearlas aún más.


Al final la única denominación que no se hizo fue la de 4 reales (el tostón), y aunque en el decreto dice claramente: "se batirán piezas con denominaciones de a peso, TOSTÓN, peseta, real o medio"; a la fecha no se conocen piezas autenticas.


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A pesar de esto existen por ahí unas piezas falsas con denominación de 4 Reales,(imagen de arriba) que parece que fueron acuñadas para la versión del Monopoly numismático... El tiempo y la investigación numismática nos iluminarán más en los detalles del origen de estas piezas apócrifas, fantasías.


Por cierto, se está cocinando en el Sur del país, una excelente obra por parte de un coleccionista estudioso y conocedor de estas bellezas: las SUDs

¡Hasta la siguiente entrada¡

-2. Las imágenes de 4 reales SUD son conocidas como replicas de Guadalajara. la 4R OXA, sigue en el paréntesis numismático.



martes, 1 de julio de 2014

Breve comentario a la LVIII Convención Numismática Internacional


- Allá en mi casa, tengo como mascota una iguana, y le puse por nombre Carlos…-
- ¿Carlos?, ¿Y eso Sr.?- Le pregunté a mi interlocutor.
- ¡Carlos iguana!- Me responde con mucho entusiasmo don Clyde Hubbard, mientras conversábamos de su participación en el libro “La  acuñación de la primera Casa de Moneda de las Américas en la ciudad de México 1536-1572” de Robert L. Nesmith.

Tríptico de la Convención 
La pasada convención numismática, la numero 58 que ha organizado la Sociedad Numismática de México desde su fundación, desde un punto de vista muy personal, ha sido bastante enriquecedora; y es que en este espacio en especial, he tenido la sazón de conocer y platicar con nuevas personas, así como también la ocasión de saludar a viejos conocidos y maestros.

Es en un evento de esta magnitud en donde logran ampliarse los horizontes, expandirse el conocimiento y formarse lazos de genuina amistad con personas que aunque tienen diferente forma de ser y pensar, comparten una misma afición: LA NUMISMÁTICA.

Los entusiastas

Ejemplo de ello es la pequeña charla que tuve con el Sr. Clyde Hubbard respecto a cómo se fue preparando el libro de Robert L. Nesmith, y la importancia que este alcanzo entre los coleccionistas, numismáticos e historiadores, al grado de merecer su reedición por parte del Banco de México.

Clyde Hubbard, uno de los fundadores de la SONUMEX
Por los pasillos creados entre las mesas, se ven ir y venir a los entusiastas visitantes; no importa si son sencillos aficionados en su primera vez, o connotados especialistas que asisten para saludar a sus amigos (quienes también están ahí), a ambos se les puede ver en el rostro la satisfacción y la alegría del momento.

El salón Versalles
Desafortunadamente no falta quien traiga cara larga por haber tenido un mal día y que con su poca atención, lejos de acercar al nuevo aficionado, solo logre que éste se lleve una muy mala primera impresión de “los numismáticos”. Pero bueno, ese es un arroz que se ha cocinado por muchos años...

La exposición de objetos alusivos al Segundo Imperio dio cuenta de la exquisitez y refinamiento con la que vivieron en México el Emperador Maximiliano de Habsburgo y su esposa la Emperatriz Carlota Amalia, así como de su buen gusto por el arte.


En las vitrinas de la exhibición se podían ver interesantes objetos como partituras con melodías dedicadas a los emperadores, piezas de vajillas lujosas, utensilios de oficina como un par de pisapapeles de cristal, postales , así como fotografías.

Lo mejor, desde mi perspectiva, fue poder ver las condecoraciones al mérito civil, académico y científico, militar así como una medalla de la Orden de Guadalupe que ahí se exhibieron.


Troqueles para acuñar medallas así como para monedas estaban acomodados junto a algunas piezas que habían sido acuñadas, valga la redundancia, por ellos, la mayoría presentaban una excelente patina que los recubría; como siempre, no limpiar las piezas siempre trae momentos muy agradables a la vista.


Como es costumbre, la hora de la comida se aprovecha para asistir al bufette que ofrece la Sociedad Numismática en el restaurante del  Hotel del Prado, a un costo bastante accesible, y mientras se comparten los alimentos con los amigos y conocidos se aprovecha para compartir las nuevas adquisiciones, experiencias y hallazgos.

La subasta de La Compañía de Subastas Numismáticas contó con excelentes piezas, entre otras, una piezas de prueba de un centavo fechado en 1862 y con el apellido del grabador "PAREDES", la cual se considera como el segundo diseño propuesto para instaurar el sistema decimal en México; también hubo un 2 reales "Carlos y Juana" del primer tipo y ensayador "Rincón"de muy buen ver; pero el que más llamó mi atención fue un 8 Reales Provisional de Oaxaca (amonedación realista) de 1812 variedad león chico catalogado en condición Fine/VeryFine.



En el caso de Numistoria S.A., independientemente de sus excelentes piezas, destacó que su catálogo estuviera preparado en forma de monografía con interesantes datos e imágenes de algunos hechos ocurridos durante el  Segundo Imperio, así como del año 1914; muchos de ellos ligados a las piezas que se subastaron; tuvo a la oferta una "Insignia de la Orden de Guadalupe al merito civil" en excelentes condiciones, así como documentos medallas, tlacos y fichas de hacienda entre otros. 


Pocos lo supieron, pero durante el segundo día de convención la cadena Radio Fórmula a través de su programa de radio "El Placer de Ser Mujer" en su estación del 1470 de AM, realizó una entrevista al Presidente y al Delegado de Promoción de nuestra Sociedad, con el fin de compartir con su audiencia la agradable afición que es la numismática, y que, año con año nos  reúne para compartir y aprender.

En fin, ya se acerca la LIX Convención Numismática Internacional, y se ha anunciado ya la temática a abordar del 11 al 13 de septiembre próximos, así que, vayámonos preparando. 




viernes, 27 de junio de 2014

¿MACUQUINAS?

¿Qué es eso?
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Cuando se trata de adquirir monedas del tipo macuquino, independientemente de saber si son falsas o no, uno se encuentra con el problema de saber a que periodo pertenecen, ya que en la mayoría de ellas solo se ven rayas y puntos en general, lo cual nos puede poner de cabeza por su forma irregular (si no me creen intenten "leer" una). En lo particular, comencé notando la figura del león rampante, el castillo y a veces la Ceca.

Pues bien, creo que la mejor forma de conocer un poco más sobre dichas piezas es hacerse de una literatura que nos ayude a identificar esas rayas y puntos mencionados, es decir, una lectura sencilla que nos oriente con imágenes y nos lleve "de la mano" en la explicación.

Ahí va un ejemplo:

Para saber si una pieza es de 8, 4, 2, 1 o 1/2 Real, basta con saber su peso; pero para saber a que periodo pertenece es necesario conocer la heráldica acuñada en dichas piezas, es decir, conocer que significan las rayitas y puntitos que tienen de un lado y la cruz con picos que tiene del otro. (anverso y reverso)

¿A que periodo y a que Rey puede pertenecer?

(2)

Si vemos detenidamente la imagen del lado izquierdo, se nota que en el centro hay una especie de cruz que divide en cuatro partes el diseño y del lado derecho otra cruz con leones y castillos ademas de una especie de "corchetes", estos detalles son los que nos permitirán identificar una macuquina.

En medio de lo que parece dividir en cuartos la cara principal (izq.) parece que tuviera una rebaba ¿no?, pues no es una rebaba, es una "granada"; este y otros elementos son los que podemos tomar para identificar a que periodo pertenecen, claro, no se trata de adivinar, sino de saber en donde buscar.

Los Reyes mandaban poner en la moneda su "real escudo de armas" con el fin de darse a conocer en sus dominios y fuera de estos, en él ponían santo y seña de sus propiedades y pertenencias geográficas y políticas.

Escudos de Felipe III

La forma y orientación de esos detalles son espacios "geográficos", y para saber que significa cada uno de ellos no basta con solo preguntar y que alguien con conocimiento te solucione, sino poner atención y conocer las piezas, es decir, mínimo invertirle al estudio de la heráldica y la geografía política de aquellos tiempos.

Al respecto existen algunos libros y catálogos antiguos muy buenos que nos pueden orientar, el detalle es que son un poco difíciles de conseguir; sin embargo, hace poco hubo quien se dio a la tarea de compendiar y acercar el conocimiento sobre estas piezas deformes y raras:

Catalogo 

Este libro no es caro y la ventaja reside en que es una publicación reciente, (esperen unos años para ver si lo encuentran fácilmente) además, cuenta con una explicación del periodo de Carlos y Juana así como de las primeras monedas redondas. Creo firmemente que la mejor inversión que se le puede hacer a cualquier colección, es precisamente la de documentarse con literatura adecuada; ¡vaya! dejar atrás el North American Coins & Prices y comenzar a adquirir otros libros.

Interior del libro

Con libros adecuados, nos podemos dar cuenta donde esta el verdadero conocimiento de la numismática; con ellos, es cuando se comienza a ver las cosas desde una perspectiva diferente, y no como una manera de hacer dinero solamente (y no me refiero a nadie en particular). Cada pieza te remontará a una historia diferente, historia que reúne un poco de economía, arte, política, geografía, metalurgia, ¡y aun filosofía!

Si les interesa recibir información respecto al mencionado Catálogo, manden un correo a columnario@hotmail.com; también pueden contactar a su autor vía Facebook en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/fernando.gonzalezortega.127?fref=ts 





Imagenes:
- (1) 8 reales Felipe III. Web.
- (2) 8 reales Felipe III. Mexican Coin's, Paper Money and Medals.
- Escudos de Felipe III.  Mexican Coin's, Paper Money and Medals.
- Catalogo. Catalogo de Monedas Coloniales de México; 1536/1821. Fernando Gonzalez Ortega. 2013
- Interior del libro. Catalogo de Monedas Coloniales de México; 1536/1821. Fernando Gonzalez Ortega. 2013




viernes, 28 de febrero de 2014

Subastas publicas durante la LVIII Convención Numismática Internacional

¿Has sentido la emoción de presenciar una subasta?
Si aun no
 ¡Esto quizá te interesa!

LA COMPAÑÍA DE SUBASTAS NUMISMÁTICAS y NUMISTORIA S. A. tendrán subasta  publica el próximo jueves 13 y viernes 14 de marzo, durante la LVII Convención Numismática Internacional, organizada por la Sociedad Numismática de México A. C., que tendrá como tema "El Segundo Imperio"




En esta ocasión será en las instalaciones del "Hotel del Prado" ubicado en Av. Marina nacional #399 Col. Verónica Anzures, México, D.F.



Dicha subastas contarán con una amplia selección de numismática mexicana que abarca diferentes épocas de la historia de México, disponibles a elección del numismático serio, interesado en adquirir para su colección piezas raras e interesantes (como el 8 Escudos "Águila de perfil" que se ofertó en la subasta #3 de L.C.S.N.)

Si quieres obtener el catalogo de L.C.S.N., hazlo a través de lcsn@telmexmail.com, o a través de fb: www.facebook.com/LCDSN, o en esta direccion web: www.lcsnumis.com.,  en el caso de NUMISTORIA S.A. hay que acudir temprano para solicitarlo directamente en su Stand (incluso desde un día antes de la inauguración)



Así que,
¡¡¡allá nos vemos!!!

Breve historia de los Tlacos y Pilones


¿Alguna vez has pedido el pilón?

En nuestro país es común pedir nuestro pilón; ya sea en la tienda, la fonda, la recaudería, en el mercado de nuestra colonia o en el tianguis del barrio.

Es principalmente este último lugar donde más se ve a la gente pedirlo, ya que los vendedores, con tal de hacer clientela, tienen la gentileza de ser más flexibles con sus mercancías, siendo capaces de atendernos como verdaderos caballeros y auténticas reinas, ofreciéndonos la “prueba” para animarnos a comprar, y el “pilón” después de haberlo hecho, esto con el fin de que regresemos gustosos a consumirles nuevamente. J



Tianguis de San Felipe
Seguramente mucho tiempo antes de que Hernán Cortes arribara a nuestras playas, ya se practicaba esa parte de nuestra vida cotidiana, pues las mercaderías iban y venían a lo largo y ancho del Imperio, y aun fuera de él.

Al respecto, se me viene a la mente un Pochteca (mercader) con su caravana de tamemes (cargadores) ofreciendo un par de patolcuachtlis (mantas de tela de algodón) a su interlocutor, como pilón, para que éste acceda a mercar sus granos de cacahuatl (cacao) con él… ¡y con nadie más!
Pochtecas con su carga

Sin embargo, el tema del pilón no siempre fue concebido así.


¿La semilla de la justicia?

Al darse la fusión entre naturales y peninsulares, las actividades de compra-venta e intercambio de bienes y/o servicios entre ellos también se hicieron presentes; los medios de pago se hicieron necesarios, importantísimos.

Sin embargo, las moneda metálica traída por los conquistadores, (castellanos, ducados, escudos, blancas, etc.) fue rechazada por los antiguos mexicanos al ser totalmente desconocida e inútil para sus propios fines; así pues, la falta de numerario de baja denominación hizo necesario aplicar el ingenio, por lo que el cacao reafirmó su poder como moneda, prolongando así la vida comercial y productiva de estos “reinos de ultramar”, satisfaciendo las necesidades de ambas partes. 

¿Los primeros tlacos y pilones?

Los primeros tlacos y pilones oficiales de la Nueva España fueron acuñados con autorización del Virrey Antonio de Mendoza del día 28 de junio de 1542 con un valor de 4 y 2 Maravedíes respectivamente y con el fin de cubrir la necesidad de moneda de baja denominación; esto, debido a que las operaciones comerciales de la población requerían de monedas con valor ínfimo, dado que la mayoría (indígenas) carecía de recursos suficientes para sus compras, tan así, que ver a algún “desdichado” poseyendo algún ½ Real o cuartillo (¼ un cuarto de real) no era cosa común.

Maravedies

Dichos maravedíes equivalían a 1/8 de Real el de 4, y 1/16 de Real el de 2 respectivamente, si hoy los dividiéramos en centavos serían  1.56 y 0.78 cada uno.

Por increíble que parezca, se dice que eran despreciados por los nativos mexicanos debido a su valor tan bajo, es decir, por representarles demasiada pobreza, y que por este hecho los acopiaban, aun en detrimento de su propio provecho, para posteriormente arrojarlos a las profundidades de lago, estimulando con esto su desaparición. (!¡)

Sin embargo, lo anterior resulta asombroso ante el escrutinio de quienes ven en el cobre un material que era apreciado por los nativos, pues era de utilidad en variados usos e importante para la vida cotidiana de muchos pobladores, como ejemplo están  las conocidas hachuelas.


Los Tlacos y pilones “reloaded”
Tlaco de hueso

Después del descalabro de los maravedíes virreinales, la formas físicas de los nuevos tlacos y pilones nunca fueron una sola; más bien, tuvieron múltiples signos e interpretaciones “portátiles”, con características más o menos definidas, cumpliendo eso sí, con algunos requisitos esenciales para ser incluidos dentro de las economías locales.
Por ejemplo: ser medios de intercambio y eficaces como mecanismos de pago, portadores de valor, útiles para acumular riqueza, etc., pero quizá la función más importante que cumplieron estos nuevos tlacos y pilones, fue la de servir como ajuste en las pequeñas transacciones de sus principales usuarios, quienes con tal de ajustar sus compras, llegaban a partirles aún a la mitad para cumplir con este cometido.
Me refiero al pueblo.


Tlaco de madera

De esta forma, los tlacos y pilones que eran emitidos en las pulperías, tocinerías, panaderías, cacahuaterías, azucarerías, pulquerías, etc., etc., eran recibidos por uno y por otro (casi indistintamente), por un acomodamiento comercial creado entre ellos (los comerciantes) que consistía en que al juntar la cantidad de tlacos y/o pilones equivalentes a un real o más, los poseedores podían canjearlos por moneda de plata con sus respectivos emisores. 
Al principio, estas nuevas “monedas” eran fabricadas en cobre, principalmente por ser un material duradero y apreciado por muchos, sin embargo no fueron los únicos, los hubo también de madera y jabón; más tarde se fabricaron también en hierro, plomo, barro, cuero, vaqueta (cuero curtido), hueso, hule, y hasta se han mencionado alguna vez hechos de vidrio.

Tlaco municipal de Sierra de Pinos S.L.P.


¿Qué fue de ellos?

Con el tiempo, el uso de los tlacos y pilones se extendió ¡por más de 300 años! a otras ciudades y municipios que tenían un comercio activo, y aunque en ocasiones las características físicas y legales de los mismos variaban, según sus emisores, siempre hubo la necesidad de contar con ellos.

Su evolución se dio, cuando se convirtieron poco a poco en monedas municipales, esto debido a las medidas que intentaron hacerlos desaparecer debido a malas prácticas por parte de quienes los recibían (lo hacían cobrando una especie de interés por ello), es decir, la obligación era cambiar 8 tlacos por un Real, pero como siempre hay avariciosos en todos lados, había quienes los canjeaban a razón 10 tlacos por 1 Real, obteniendo una ganancia del 25%;  desafortunadamente esta práctica era generalizada, y por ese motivo se buscó su regulación. Virreyes como el conde de Revillagigedo,  Félix Calleja,  y José de Iturrigaray intervinieron en los intentos por hacerlo. 

¿Solo sucedía antes?

Como mencioné en un principio, hoy el pilón se puede entender de una manera parecida a como era en un principio, pero no igual.

Los tlacos y pilones nacieron con el fin de ajustar las transacciones que requerían poquísimo dinero entre los individuos, luego, no faltó quien aprovechó para ganar algo extra al canjearlos por plata; más tarde el Estado intervino con el fin de regular esos abusos, luego, la situación prevaleció.
Hoy, en nuestra economía, el Estado nos provee con dinero de bajísima denominación (5C., 10C., 20C.), luego, la gente lo bota en la calle, indignados por sentir que no valen nada; las “pulperías” modernas nos siguen dando gangas a fin de que les consumamos a ellos, luego, la gente las acepta porque quizás no haya más oportunidades de hacerse de un “bien”, en este mismo tenor, hay negocios grandes y pequeños que aun aceptan “signos de cambio” entre sí..
Ofertas, descuentos, promociones, rebajas mediante suscripciones, monederos electrónicos, Etc., etc.


¿Será esta la evolución de los “tlacos y pilones”?








Bibliografía:
-Muñoz., Miguel L. “Tlacos y Pilones., La moneda del pueblo de México”., Fomento Cultural Banamex., 1976.
-Rosado., Diego López. “Historia del peso Mexicano”., Fondo de Cultura Económica.,  1975.
-Varios autores., “El Boletín Numismático” No. 46., Sociedad Numismática de México. 1964.
Imágenes:
- Tianguis de San Felipe: mhttp://chilangabanda.com/wp-content/uploads/2007/02/tianguis.jpg
- Pochtecas con su carga: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/63/Pochtecas_con_su_carga.JPG
- Maravedies: La Compaña de Subastas Numismáticas.
- Tlaco de hueso/Madera/sierra de pinos: Libro: Tlacos y Pilones de México
- Ofertas descuentos, promociones...: Amin Tejas